Liniers se despidió de la Copa Argentina por penales luego de igualar con Comunicaciones. A pesar de la amargura por la definición, el balance es altamente positivo. Superó dentro de los 90 a dos equipos de la C y en Agronomía fue más que Comunicaciones, de dos categorías arriba. Los nervios jugaron una mala pasada en los momentos decisivos.
Sin embargo, sorprendentemente comenzó a tener protagonismo el árbitro Jael Falcón Pérez, que no midió con la misma vara las acciones de uno y otro equipo. Su mayor desacierto fue no sancionar un claro penal sobre el final cometido por Strelau en perjuicio de Brian Zacaría, que luego se perdió el gol del triunfo mano a mano con el arquero rematando desviado.
El balance para Liniers es altamente positivo. Una actuación convincente, con sobrados argumentos para haber seguido en la copa. Una experiencia para aprovechar. Demuestra, que de seguir así, la mueca triste de hoy puede transformarse en sonrisa a futuro.
Víctor Marinelli
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