Liniers en Ascenso
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Con dos goles de Daniel Costas, Liniers superó 2 a 1 a Yupanqui. Un triunfo que debió ser por mayor amplitud. El Fútbol se suspende hasta el 31 de marzo. Próxima Fecha: Puerto Nuevo-Liniers.

viernes, 22 de abril de 2011

EL SINDROME DEL MINUTO FINAL

Una vez más en el último minuto de juego Liniers pierde puntos importantes. Esta vez en Rosario, con características distintas a situaciones similares que se dieron frente a Defensores Unidos o El Porvenir, pero dejando en definitiva una sensación agridulce de haberse traído un empate valioso, pero a su vez haber dejado dos puntos por el camino.
La Topadora fue protagonista principal en el primer tiempo. Rápidamente tomó el comando de las acciones, gobernando el medio juego a través de Fuentes y teniendo en un inspirado Brunetti la posibilidad latente de producir el desequilibrio. A los 15 avisó Fuentes con un espléndido remate de 25 metros que devolvió el travesaño; luego Lazo tuvo su chance y el palo se lo negó, y en la siguiente un largo saque de Monllor fue muy bien aprovechado por Brunetti, que se escapó de la marca de Killler, para convertir el tanto de apertura. Sin reacción el local, a los 25 tras jugada preparada otra vez Brunetti tuvo la opción de ampliar, pero su remate se perdió junto a un poste y enseguida fue Nilo Vigna el que se filtró por derecha y su remate salió junto al primer palo, cuando la mejor opción era habilitar a Brunetti que entraba solo por el medio. Sobre el final trató de llegar el charrúa de media distancia, encontrando muy atento a Monllor. Liniers manejó el trámite, y debió irse con algún gol más de ventaja.
La historia comenzó a cambiar rápidamente en el complemento. Zamacola optó por el ingreso de Portillo para explotar la contra, pero no contó con algunos imponderables que hicieron cambiar sus planes. Pasado el cuarto de hora salen casi consecutivamente por sendas lesiones Ledesma y Casais. Los reemplazos denunciaron la idea de armar dos líneas de cuatro, dejando a Fuentes de enganche y a Brunetti como único punta. Pero para ello debieron moverse demasiadas piezas: Figueroa cubrió el sector izquierdo, Farrera el derecho, José Banegas fue ahora segundo marcador central, mientras que en el medio Ernesto Banegas se ubicó por el carril derecho, Romero y Stansiola hicieron las veces de doble cinco y Portillo de carrilero por izquierda, algo que no funcionó. Tanto movimiento de piezas tal vez pudo evitarse con el ingreso de Virano. En definitiva el equipo perdió el protagonismo y Central Córdoba empujó sin muchas ideas pero buscando desbordar por su sector derecho y generando algunas situaciones. Cruz tuvo el empate pero definió cruzado cerca de un palo. Liniers se cerró eficazmente y buscó sorprender con pelotazos a Brunetti o tiros de media distancia de Fuentes, aprovechando las facilidades que daba el arquero local siempre adelantado. En el medio Romero y Ernesto Banegas se multiplicaban para cubrir y atrás crecían las figuras de Pili López y José Banegas. Igualmente Liniers resignó demasiado pronto posibilidades ofensivas frente a un equipo medio rifado, que carecía de ideas y profundidad. Portillo tuvo la gran chance de liquidar el pleito faltando 10 minutos en una jugada individual de excelencia, pero que definió a las manos del arquero. El celeste sintió el trajín y el local tuvo una más que perdió increíblemente Lezcano rematando por arriba del horizontal con el arco a su merced. Cuando ya se jugaba el tercer minuto de los cinco que adicionó Rey Hilfer y el triunfo celeste parecía sellado, llegó el alivio para los rosarinos, cuando un remate fortuito de Alejandro García (precedido de mano previa no cobrada) se le escurrió a Monllor junto a un poste.
El saldo igualmente fue positivo. Liniers de a poco vuelve a parecerse al que tantas satisfacciones nos dio hasta no hace mucho tiempo. El primer tiempo fue impecable, manejando los tiempos y generando situaciones. En el complemento, adoptó una actitud más cautelosa, y en última instancia por necesidad debió rearmar sus líneas con algunas improvisaciones que en definitiva no dieron el resultado esperado. Mejoró defensivamente, algo que venía siendo deficitario. Si consideramos el segundo tiempo frente a Justo José de Urquiza y el primero ante Central Córdoba, comenzamos a avisorar nuevamente al equipo sensación, que por momentos parecía invencible.
Será cuestión del cuerpo técnico aprovechar estas fechas que vienen para profundizar en algunos detalles que hagan del equipo una fuerza compacta, capaz de mantener un nivel parejo a lo largo de todo el partido, y así tener chances en el Reducido. Por ahora, Liniers sigue sufriendo el síndrome del minuto final.

Víctor Marinelli

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