UN EMPATE CON SENSACIONES AMBIGUAS

En un nuevo capítulo de este equilibrado torneo de la “D”, Liniers igualó en un tanto ante Muñíz, en cancha de Acassuso, y dejó pasar la chance de acercarse al lote de los de arriba. A diferencia de la semana pasada, esta igualdad provocó algunos sinsabores. Relacionados, fundamentalmente, por la envergadura del rival. Y también, por la actuación del conjunto dirigido por Ruggero que, en esta oportunidad, no tuvo la brillantez que mostró en anteriores presentaciones. Si bien, es cierto que el terreno de juego no fue favorable para ambos equipos, esto perjudicó más al Celeste de Villegas que intentó desarrollar un juego con pelota al ras del piso.

No había sucedido nada en el partido, cuando a los 21 Gastón Gómez capturó una pelota perdida por la defensa visitante y tocó rápido para Gerardo Hernández, que con un remate de derecha abrió el marcador. Este gol cayó como un baldazo de agua fría para La Topadora. Encima, tres minutos más tarde, Bordón estuvo a punto de convertir de cabeza, tras un tiro libre ejecutado por Castromán. Luego, Liniers mostró un atisbo de reacción y, poco a poco, fue merodeando el área rival. A los 27, un claro penal de Canteros a Montenegro fue omitido por el árbitro. Dos minutos después, un tiro libre de Casais pasó muy cerca del travesaño y, a los 33, llegó la oportunidad más clara que tuvo el Celeste: tras un corner efectuado por Casais, López ensayó un cabezazo que Mateo, de rápidos reflejos, envió al corner. A esa altura del encuentro, La Topadora ya merecía el empate. Aún con sus dificultades para trasladar el balón. Y la igualdad, llegó antes de finalizar la etapa inicial: transcurría el minuto 45, cuando Ismael Rodríguez la metió al área y, tras una serie de rebotes, Angel López pudo conectar de derecha para irse al vestuario con el resultado igualado en uno.

En el segundo tiempo, la posición que adoptó Muñíz fue, claramente, juntar gente atrás y esperar la ocasión para salir de contraataque. De todas maneras, el conjunto de la dupla Ramos-De Miranda no tuvo ninguna aproximación al arco defendido por Marcos Fernández. En ese contexto, Liniers contó con la tranquilidad de no pasar zozobra en defensa, aún jugando gran parte del período final con un hombre menos por la correcta expulsión de Stansiola a los 9 minutos. Pero en la faz ofensiva careció de profundidad. Con cierta facilidad recuperó la pelota, pero no creó juego imaginativo en función de ella. Arrestos individuales de Palmerola parecieron ser los únicos recursos para vulnerar a un rival que desistió de jugar al fútbol. A dos minutos del final, el local se quedó con diez por una infracción cometida por Canteros. De esa falta, derivó la situación más nítida de Liniers en el complemento: Daniel Casais remató con precisión el tiro libre, pero Gonzalo Mateo, en gran estirada, le ahogó el grito de gol enviando la pelota al corner. Casi no quedó tiempo para más. Sólo un remate de Palmerola que pasó cerca de uno de los palos, ya, en tiempo de descuento. El final mostró dos caras: la de Muñíz, que, con sus limitaciones a cuestas, logró sumar un punto que le sentó bien y la de Liniers, con la preocupación de sentirse superior al rival y no plasmarlo en la red.

Héctor Quatrida