Se viene La Topadora

Liniers sigue su remontada. Esta vez ganando en una cancha complicada como el Capocasa ante un rival que peleó duramente hasta el final, aún en inferioridad numérica.
Otra vez quedó la sensación de ver en la cancha un equipo superior, que maneja prolijamente los conceptos futbolísticos, pero que le falta mayor eficacia en la red adversaria, y sufre cuando tiene que defender, función para la que esta vez ajustó ciertos detalles.
De entrada un cabezazo de Angel López fue devuelto por el travesaño y luego Mauricio Lepanto ignoró un claro penal de Leiva, que evitó un gol con la mano. Los desbordes de Palmerola por derecha marcaban la diferencia y Cermesoni resultadaba imparable en el juego aéreo. Claypole mostraba fisuras defensivas, pero crecía de la mitad hacia adelante. Liniers buscó siempre triangular en un piso muy desparejo, Stansiola definió a las manos del arquero en una clara opción y a los 36, en gran acción, Casais dejó a cuatro rivales por el camino y anticipo ofensivo de Ismael Rodríguez en el primer palo para abrir la cuenta.
Casi como una constante en muchos partidos, Liniers no consigue afirmarse cuando obtiene una ventaja. Cuatro minutos más tarde un soberbio remate de Ledesma permitió el empate al local. Sin embargo, el efusivo festejo del autor del tanto le jugó una mala pasada. Estaba amonestado y se sacó la camiseta. Claypole con diez.
Apenas nos estábamos acomodando en el complemento, gran asistencia de Casais a Cermesoni y definición perfecta del delantero ante un arquero que extrañamente comenzó a retroceder en lugar de achicar.
La historia parecía repetirse cuando un magnífico tiro libre de Horonoz fue salvado magistralmente por Marcos Fernández. En la réplica lo tuvo Palmerola, pero salió rozando el travesaño. Pero Liniers esta vez ganó en solidez. En lugar de ser el equipo largo de muchos partidos, fue más compacto. Tuvo en Banegas su gran bastión y Angel López ganó siempre en el juego aéreo. En el medio Romero y Fuentes se multiplicaron en la contención. El contragolpe no funcionó, fue más aparente que real. Aunque vimos un equipo que mostró una nueva faceta: trabajó el resultado y a pesar de sufrir en cada aparición de Horonoz, el arquero Marcos Fernández hizo honor a los 100 partidos cumplidos, con una actuación soberbia, evitando en un par de ocasiones el empate local. Al final Aranda agredió a Bareiro y vio la roja.
Se obtuvieron tres puntos fundamentales y en el balance cabalmente obtenidos. La imagen de Liniers es la de un equipo al que parece sobrarle paño, pero siempre termina apurado y lamentando las ocasiones perdidas.
En un torneo parejo, es importante aprovechar los momentos favorables y ser efectivos. Igualmente el equipo mantiene la curva ascendente. Hay jugadores que vienen en un nivel muy importante, como Daniel Casais, Javier Cermesoni, Ismael Rodríguez y Hugo Palmerola. Lo positivo fue ganar el primer partido como visitante, haber golpeado en los momentos justos y esta vez haber sabido aguantar de manera positiva un resultado.

Y haber comprendido algo más: con los méritos no alcanza. El fútbol se define con goles. Allí se termina toda discusión posible.

Víctor Marinelli